México cuenta con cerca de 1.5 millones de afrodescendientes como puede apreciarse en el siguiente link:
Gran parte de la población afromexicana reside en la Costa Chica del estado de Guerrero y en zonas costeras aledañas en el estado de Oaxaca. Un municipio, cuya cabecera municipal se encuentra a menos de 10 kilómetros de la línea divisoria entre ambos estados mexicanos es Cuajinicuilapa, cuya cabecera municipal homónima tiene poco menos de 10,000 habitantes.
Cuajinicuilapa cuenta con una hermosa playa (Punta Maldonado, mejor conocida por los lugareños simplemente como “El Faro”).
Cuando se piensa en la vasta gastronomía mexicana, patrimonio de la humanidad, al tratar la gastronomía del sur del país tres estados vienen a la mente: Oaxaca, Yucatán y Chiapas; si bien dichos estados cuentan con una innegable riqueza culinaria, Guerrero no debería quedar atrás, mucho menos fuera de la lista. Lo que probablemente suceda y con lo cual esperamos desde el Museo Virtual de Ciudades Hermanas, es una política más decidida (y sostenida) de visibilidad y posicionamiento de la vasta gastronomía guerrerense.
Los platillos regionales que se pueden degustar en Cuajinicuilapa incluyen: barbacoa de res al horno (hecho en la tierra), mole de guajolote, tamales de carne cruda, bazo relleno de horno, mole de cabeza de cerdo, tamales de tichinda, de chipile de iguana, cerdo de chileajo, pozole blanco y verde, pescado a la talla y sopa de mariscos, además de los tamales dulces. Por lo que corresponde a las bebidas, existen algunas bebidas sumamente refrescantes con un fuerte carácter y distintivo local: el chilate preparado con cacao, arroz, piloncillo y leche, además de la chicha.
Los siguientes dos vídeos dan testimonio de la centralidad de los tamales de tichinda, platillo icónico de este pueblo orgullosamente afrodescendiente del estado de Guerrero.