Hermanamientos para un futuro sostenible: El caso de México y Japón
México y Japón son dos países que comparten una profunda historia de amistad y colaboración desde tiempos remotos. Entre las diversas manifestaciones que han resultado de esta relación, podemos encontrar los hermanamientos de sus gobiernos locales. De acuerdo con el registro que lleva el Council of Local Authorities for International Relations, existen 11 acuerdos de hermanamiento vigentes entre entidades mexicanas y japonesas[1].
Tras una revisión de su contenido, algo que destaca de estos instrumentos es el potencial que tienen para incidir en la consecución de los objetivos de la Agenda 2030. En cada uno de los hermanamientos se establecen mecanismos para la cooperación en temas relacionados con alguna de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, es decir, la inclusión social, el crecimiento económico y la protección al medioambiente. A continuación se presentan las dimensiones abordadas en cada uno de ellos:
Como se puede observar, el tema medioambiental no está presente en todos los hermanamientos consultados. Una posible explicación a esta ausencia es que los acuerdos fueron suscritos años –e incluso décadas– antes del 2015, fecha de la entrada en vigor de la Agenda 2030. Por ejemplo, el hermanamiento entre Sinaloa y Wakayama data de 1996, mientras que el de Cuernavaca y Mino se firmó en 2003. Por otro lado, en aquellos convenios en los que efectivamente se incluyó esta dimensión, la gran mayoría carece de un hoja de ruta clara para operar en ese ámbito. Con excepción del hermanamiento entre Ciudad de México y Nagoya, los lineamientos para la cooperación medioambiental en los demás acuerdos son más bien genéricos. Esto podría provocar la pérdida de una valiosa oportunidad de diálogo e intercambio de conocimientos, tecnologías y capacidades entre gobiernos locales para hacer frente a ciertos desafíos en común, tales como la creciente demanda de movilidad urbana, la apropiada gestión de residuos o la mejora de la eficiencia energética en sus territorios. Lo anterior se vuelve especialmente importante si tomamos en cuenta que, en palabras del Secretario General de Naciones Unidas, en gran medida "será en las ciudades donde se ganará o perderá la batalla climática".
Con lo apremiante que es actuar sobre las causas y consecuencias de los problemas medioambientales, renovar los acuerdos para incluir y ahondar en esta dimensión del desarrollo sostenible es un área de oportunidad para los gobiernos hermanados entre México y Japón. Aprovechar estos instrumentos de cooperación descentralizada los dotaría de más y mejores mecanismos de intervención para alcanzar la integralidad que busca el desarrollo sostenible: generar condiciones de vida aceptables para todas y todos sin arriesgar los recursos para las generaciones futuras.
Diana Laura Ramírez Pacheco
Maestra en Cooperación Internacional para el Desarrollo especializada en la relación México-Asia Pacífico
[1] Hermanamientos vigentes al 1º de diciembre del 2020.
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